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sábado, 10 de mayo de 2014

CONFLICTO DOCENTE EN SALTA Y LA SITUACIÓN EN ROSARIO



Después de 37 días de huelga, en los que más de 10.000 maestros contaron con un amplio apoyo de gremios y padres, los docentes salteños regresan a las aulas. La medida de fuerza fue suspendida tras la contrapropuesta presentada por el gobierno, pero se mantiene latente. Gustavo Teres, delegado de AMSAFE Rosario habló con La Brújula de la mañana sobre el tema y señaló: "En los términos en que está planteado el acuerdo no puede aguantar hasta fin de año"
Consultado por el resultado de la huelga Teres explicó que, si bien no se llegó al resultado que se exigía, está claro que el gobierno tuvo que moverse de la propuesta original, evidenciando la firmeza de la lucha de los docentes salteños. A la par destacó: "Esto realmente ha tenido de interlocutores a quienes fueron los protagonistas: el espacio de docentes autonvocados". Y agregó que este es un gremio en formación ya que gran parte de las organizaciones tradicionales claudicaron y “entregaron toda la lucha”.
El delegado resaltó lo saludable que es que los trabajadores se apropien de los reclamos pero hizo énfasis en que es preocupante que deba hacerse tal despliegue para evitar que las políticas de ajuste caigan sobre los trabajadores. En relación, hizo extensiva la situación que viven los docentes de Chaco, quienes vienen manteniendo medidas de fuerza escalonadas y que, lejos de cerrase el conflicto, ayer fueron reprimidos.
Teres contó que los docentes no llegan a los 5.000 pesos, manteniéndose apenas por encima de la línea de pobreza y dijo: "La inflación va a llegar a estar por encima del 30%. Si no se dispara más es por las políticas recesivas que también generan consecuencias.
Para nosotros es preocupante la actuación de los gobiernos provinciales y nacional porque al definirse el piso de salario mínimo se tiende a achatar todas las escalas salariales".

La situación en Rosario:

Ante la pregunta sobre la realidad local, Teres manifestó que “el gremio local no bajará los niveles de movilización social” y aseguró que “están permanentemente atentos a las bases y saben que el aumento del primer cuatrimestre hoy ya no es suficiente”, por lo que ahora deben evitar que la pérdida de poder adquisitivo se acentúe. "En los términos en que está planteado el acuerdo no puede aguantar hasta fin de año", completó.
Con respecto a la participación de AMSAFE en la marcha contra la criminalización de la protesta social que se realizó hoy en nuestra ciudad, el delegado detalló: "Tenemos más de 3.000 dirigentes sindicales y militantes sociales procesados. Es una vergüenza y habla a las claras de que hay políticas represivas que no han cesado". Además, destacó el convencimiento del gremio en la eliminación de los procesamientos a luchadores sociales para que la democracia no se debilite. "Quienes protestan no hacen más que defender su derecho", reasaltó.

viernes, 9 de mayo de 2014

POBREZA E INDIGENCIA EN LA ARGENTINA ACTUAL. Por Julio Gambina



PUTAS Y GUERRILLERAS. Los abusos sexuales en los centros clandestinos de detención durante la dictadura

Militantes en su juventud y periodistas después, las autoras relatan –en el libro Putas y guerrilleras, que distribuye Planeta en estos días– las torturas, abusos y violaciones que sufrieron cientos de mujeres en los centros clandestinos en la década del ’70. En algunos casos fueron también relaciones tortuosas nacidas bajo tormentos con sus victimarios. Aquí, como anticipo, un extracto de la introducción de Miriam Lewin.
Era un 24 de marzo, aniversario del golpe, y me habían invitado a Almorzando con Mirtha Legrand. Aceptar estar ahí significaba para mí renunciar a ir a la ESMA, ahora a un acto multitudinario, el día de su conversión en espacio para la memoria. Decidí ir al programa de la ex diva del cine argentino devenida entrevistadora, sobre todo porque iban también Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y Mariana Pérez, cuyos padres, desaparecidos, habían militado conmigo. Mariana había buscado incansablemente a su hermano Rodolfo, nacido en la Escuela. Yo había estado presente en el parto. Había visto a ese bebé sobre el pecho de su madre, sabía que había sido arrebatado después y había declarado en tribunales sobre el tema. La mesa la completaban dos jueces del Juicio a las Juntas y un periodista. Seguramente el programa iba a ser visto desde sus casas por mucha gente que aún no sabía o no reconocía la verdadera dimensión de lo que había pasado en los dominios del grupo de tareas 3.3.2. Otros miles de personas se reunirían a la misma hora en Avenida del Libertador, frente al campo de concentración, donde el presidente Néstor Kirchner iba a compartir el escenario con Juan Cabandié, otro recién nacido a quien yo había visto en noviembre de 1977 en un pasillo del campo, en brazos de su mamá, una chica de dieciséis años, después asesinada.
Llegué temprano. Un productor veterano, que conocía sólo de vista, me atajó en la entrada. Me llevó a un costado y, consternado, me advirtió que “la vieja” tenía planeado hacerme algunas preguntas inconvenientes y que quería que yo estuviera prevenida.
¿Qué preguntas inconvenientes? –indagué, con la seguridad de que no iba a ir más allá de lo que alguna vez me habían preguntado los defensores de los militares en algún proceso al que había ido como testigo. Por lo general, me atribuían –para descalificarme– hechos armados, atentados o secuestros en los que no había participado.
El productor tosió, nervioso.
–No sé, me imagino que algo tendrá que ver con la colaboración, con la delación. Te lo adelanto para que no te sientas incómoda.
–No te preocupes, estoy acostumbrada. Te lo agradezco mucho.
Tenía en claro para qué estaba ahí y las intrigas no me importaban. El día de la recuperación del espacio del campo de concentración para la sociedad civil yo le iba a hablar a una parte de ella que tal vez nunca había prestado atención al tema. Tal vez si lo decía sentada a la mesa de Mirtha todos comprenderían. Me vinieron a buscar y me arrearon al estudio.